Le preguntan: “¿El arte es fuente de liderazgo femenino?.
Ella contesta: “Es indiscutible que el arte tiene una función social importantísima. Hemos conquistado espacios que nadie nos puede regatear; sin embargo, tenemos mucho por hacer. A mí me preocupa promover el crecimiento de las mujeres, acercarme a las que no tienen voz, sacudir las conciencias“.
Le preguntan: “¿La sensibilidad estética está marcada por el género?.
Ella contesta: “Sí. No hay más o menos talento entre hombres y mujeres: sólo somos diferentes. Pero nosotras siempre estamos a prueba. Tengo una taza que dice: ´Si quieres tener éxito debes parecer una dama, actuar como un hombre y trabajar como un perro´. Soy una dama y trabajo como un perro. Pero actuar como hombre, nunca. Yo quiero un mundo con equidad.
Le preguntan: “¿Qué tanto le ha costado el camino a la equidad?.
Ella contesta: “Estudié la preparatoria embarazada. Los maestros me decían: ´Vete a barrer y a cuidar niños´, y mi pareja: ´No vas a poder compaginar el arte con las responsabilidades de madre y ama de casa´. Pero cuando una se decide es más fuerte que cataratas del Iguazú. Dije: tengo que conquistarme a mí misma. Fui una rebelde y lo he pagado caro.
Le preguntan: “¿Las manzanas de sus pinturas son un símbolo de la condición de mujer?.
Ella contesta: “Son seducción y feminidad. No las empecé a pintar de manera consciente. Durante mi niñez, mi papá era médico y casi no lo veía. Una manera de decirme ´te quiero´ era comprarme manzanas. Yo me despertaba con una roja, encarnada señal de su amor. Quién me iba a decir que las manzanas iban a ser el motivo de mi vida".
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(Continuará...)
