
Todos podemos creer que uno en la infancia fue un angelito caído del cielo, en mi caso NO! jajaja, pero ahora no hablaré de mí ese será un siguiente capítulo. En esta foto puedes ver a alguien que SI era un angelito del cual yo me acuerdo con ternura a pesar de mi condición de chamuco que ya era! je je.
Este nene con tímida sonrisa y torciendo un poco la boquita es el hijo mayor de tres, por edades le siguen Edgar y al último Noemí princesa custodiada por dos caballeritos.
El nombre de este niñito es César Eduardo Sánchez Reyna ¿no te suena?, bueno el es mi novio, pero antes de que lo fuera te platico más; por ejemplo CLASICO que siempre lo vestían igual o muy parecido a su hermanito menor, bien chulo...
…el irradiaba una dulzura y preocupación por cuidar a sus hermanitos siempre, ¿de qué? quizá él mismo no sabía pero los cuidaba en todo momento, extendía sus bracitos sobre ambos con tanto cuidado, como si fueran pollitos que estaba juntando para que no se fueran lejos.
Lo único que yo he escuchado que hizo de travesura fue que como le chuleaban tanto tanto sus enooooormes pestañas que enmarcaban tremendos ojotes, un día enojado fue y se prendió cerillo!!!!, se le cayeron a cachos oliendo a chamuscado claro, pero bueno, al menos no se quedó sin pestañas finalmente.
Este jovencito fue creciendo y le gustaba la música, a pesar de que en casa cada quien tenía su profesión, se hicieron de instrumentos y armaron una bandita para tocar en festejos, mi eposito era el tecladista y por mucho tiempo de los más jóvenes si no el más joven de su tipo, hasta un disco local grabaron!!... (Continuará)